NO TEARS

Hoy me preguntaron “¿cuándo fue la última vez que lloraste?” Pero hay muchas últimas veces para un llanto. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste de rabia? ¿De tristeza? ¿De frustración? ¿De miedo? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste solo? ¿En compañía? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste por él? ¿Por ella? ¿Por nada? ¿Por todo? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste sobria? ¿Y ebria? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste en tu casa? ¿En la suya? ¿En la calle? ¿O en una fiesta? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste por una película? ¿Por una canción? ¿Por una despedida? ¿Por un fracaso? ¿Por el conocimiento innegable de la última vez? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste sin planearlo? ¿Sin ni siquiera tener un hombro para llorar? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste y te sentiste la persona más insignificante y horrible del universo? ¿Cuándo fue la última vez que lloraste con las ganas más profundas? ¿Con el desahogo más evidente? ¿Cuándo será la próxima vez que llores? ¿Cuál será el motivo? ¿Y el detonante?

Destiny? don't think so

Por mucho que queramos, por más que lo intentemos, no podemos luchar contra lo que está predeterminado a pasar. La gente que cree en el destino se presenta como aquellos seres humanos que aceptan todo tal cual les viene dado, las acciones y los hechos que el destino les otorga. Sin embargo, hay de otros creedores del destino que consideran que somos nosotros, los redactores, escritores y productores, así como los guionistas, de nuestra vida. Somos nosotros quienes con nuestras decisiones, cerramos y abrimos puertas constantemente. Podemos equivocarnos tantas veces como estemos dispuestos a arriesgarnos y nos levantaremos tantas veces como caigamos. No pasa nada si perdemos algo que queremos, todo sucede por algo y lo bueno llegará en el momento en el que nosotros estemos preparados para dejarle entrar. ¿Que cuál es el porqué de lo nuestro? Pues sinceramente no lo sé, es más, dudo que haya un nuestro, de hecho no hay un nuestro. Hay un tú con lo que arrastras de tu pasado y un yo con un pasado, unas personas, unas vivencias, un carro que cargo desde hace ya tiempo, cuidando cada paso procurando no perder nada por el camino. No me hagas pensar en ello, no quiero pensar en ello, quiero que las cosas surjan por sí mismas, que sigan su curso sin tener que forzarlas.

1+1=2

Look at you. You're young.

And you're scared. Why are you so scared?

Stop being paralyzed. Stop swallowing your words. Stop caring what other people think.

Wear what you want.

Say what you want.

Listen to the music you want to listen to.

Play it loud as fuck and dance to it.

Go out for a drive at midnight and forget that you have scholl the next day.

Stop waiting for Friday.

Live now. Do it now. TAKE RISKS. Tell secrets.

This life is yours. When are you going to realize that you can do whatever you want?

No me agobies, no me presiones, no quiero pensar en ello cada segundo!

Escupirle justo en la cara como modo de castigo a lo que inconscientemente hace o premiarle con la sonrisa más despampanante que jamás haya visto nadie. Podemos dar tantas vueltas como queramos, si al final no nos quitamos las vendas será exactamente como andar a ciegas. Tal vez no baste con pensar mucho en ello, ni haya que esperar casi infinitamente a una solución. Quizás no sea cuestión de esperar. ¿Cómo saberlo? O lo que es aún peor ¿qué hacer? En realidad sabes que lo tienes todo a tu favor, ni si quiera el tiempo puedo impedirte elegir, pero nadie espera para siempre, salvo tú. Pobre inocente que cree que todo va a salir bien y considera que con paciencia podrá conseguir lo que quiera, en cuanto quiera. Gran mentira.

I've chosen you!

Todo el mundo sabe lo que quiere. Algunos buscan desesperadamente una relación estable. Otros tan solo se conforman con la idea difusa de encontrar a alguien con quien pasar el rato. Están de esos que mezclan ambas ideas, disfrutar con una persona durante algo más de un día. Andan convencidos de encontrar aquello que les quita el sueño. Todo vale en el mundo de la relaciones, cómo no, en el mundo del sexo también está todo permitido. Todo depende del límite que establezcamos y de lejos que queramos llegar. Mas todo el mundo tiene dudas, evidencia palpable de la presencia innegable del miedo. No siempre elegir entre una cosa u otra es tan sencillo como algunos quieren hacernos creer. A veces la duda es tan grande que ni siquiera nuestros planes, o nuestros sueños, pueden encaminarnos hacia uno u otro camino. Entonces solo podemos dejar que el tiempo decida por nosotros o nos ayude a decantarnos por una de tantas opciones que se barajan cada día. Aunque sinceramente considero que el problema nos ataca cuando sabemos que queremos pero el destino, el karma o Dios, lo que sea, no nos permite poseerlo. Eso sí que es una gran putada.

Piensa en mí, cuando sufras, cuando llores, también.

Como si de algo de vida o muerte se tratara, como si de esa llamara dependiera la vida de millones de personas o el futuro del mundo. La voz me temblaba, tartamudeaba y cuidaba mentalmente cada una de las palabras que deseaban ser pronunciadas. No llegó ni a veinte minutos y aún así, se estaba convirtiendo en la llamada que llevaba esperando algunas semanas. Era como si de una aventura platónica se tratara, una aventura contaminada de un deseo prácticamente imposible y aniquilable. Lo cierto es que podemos presumir tanto como queramos de ser fuertes, pero en realidad no somos tan valientes como queremos hacernos creer. Todo transcurre en una pequeña mentira hasta que finalmente chocamos contra un cristal que creíamos, no existía. Nos damos cuenta de que somos tan cobardes como los demás, tenemos tanto miedo al futuro como cualquier otro pero, ¿estamos dispuestos a luchar contra él? ¿cómo queremos vivir nuestra vida? ¿con quién? ¿haríamos cualquier cosa para hacer que nuestros sueños se hicieran reales con las personas que nos hacen sentir bien?

QUE TE PETEN

Cabrón, ¿cómo te atreves? ¿cómo te atreves a aparecer justo cuando había conseguido hacer de ti un mero recuerdo del pasado? Eres gilipollas, de verdad, el problema es que no lo haces adrede ¿eres tonto? ¿Cómo no te das cuenta de ello! No es tan complicado, está cantado y todo el mundo, bueno casi todo el mundo, se ha dado cuenta. Idiota, eres realmente idiota, y aún así, joder, no puedo evitar comerme ese deseo de quererte tanto. Por favor, déjame demostrarte lo que siento o por el contrario, ¡déjame en paz! Deja de venir a mí cuando tu mundo se desmorona si yo al final nunca puedo acudir a ti. Deja de venir a mí cuando he, prácticamente, olvidado tu existencia. ¡Sal de mi cabeza! Cabrón de mierda, entraste y ahora no puedo echarte. ¡Que te den!

I hate ¿you?

Los hombres usan el lado izquierdo del cerebro que corresponde a la parte más irracional; sin embargo, las mujeres usamos más el lado derecho, que alude a la parte racional. Pero, ¿hasta dónde llega eso? ¿Podemos siempre generalizar? ¿Qué es y qué no es racional? A veces puede bastarnos con una jarra de agua fría que se derrame por nuestra cabeza para despertarnos y activar todas las partes del cerebro, aunque ello implique que entre en conflicto. No importa cuántas cosas efectúan, nos parecerá que todo está mal, incompleto o sobra. Todo lo hacen mal. Los hombres, los chicos, da igual como los denominemos, la cuestión es que el sexo masculino nunca parece hacer nada que nos satisfaga del todo. Lo peor llega cuando nos molesta algo y desconocemos lo que es. Podemos ignorarlo o decirlo pero, ¿cómo vas a echar en cara algo que no sabes ni lo que es? Supongo que entonces lo mejor es la primera opción, aunque también presenta problemática, no siempre podemos olvidar algo que recordamos involuntariamente tan constantemente.

Everthing you do is wrong, so do nothing!

"I just know I know nothing."

Podemos elegir entre miles de millones de cosas. Podemos sentir la maravilla de un beso o el placer sexual que produce una noche en un sofá. Es sencillo, si quieres algo, lucha por ello. Fácil y simple. El problema llega cuando no sabemos cuál de todas las opciones deseamos experimentar. Una seductora combinación entre lo que debemos y lo que queremos, lo que podemos tener y lo que deseamos tener. Aunque aún no sepa qué significa, tengo la certeza vagabunda de que antes o después todo el mundo llega a desafiar a la duda que le invade y consigue decantarse por algo, lo que sea. Es cierto eso que dicen, puedes llegar a pasar meses sin experimentar la duda originada por el sexo opuesto y de repente, tener más de una opción. ¿Qué haces entonces? Pues lo único que se te ocurre, ir poco a poco, tanteando opciones y poniendo descaradamente las cartas sobre la mesa. Entonces, quizás con un poco de suerte, puedas saber con quién te gustaría quedarte y para qué. Es una pregunta que aún queda por responder. Puedes tomártelo con calma o pretender huir fugazmente. Es una decisión que solo depende de nosotros. Pero es como una cuerda, no sabes qué cabo tomar y menos aún qué hacer con él. Supongo que habrá que rendirse a lo que comentan, el tiempo lo dice todo.

sex is okay!

Puedes sentir como un vacío gigantesco, como si todo lo que te llenara por dentro hubiera desaparecido. La gente ignora cuando habla contigo la cantidad de cosas que te preocupan, tu salud, la de los que te rodean. Sientes que ni siquiera tus órganos internos son capaces de llenar lo que tanto tiempo lleva vacío. Puedes permanecer en el anonimato sin dar señales de vida sobre tu tristeza o puedes revelarte contra ella y vivir llenando tu cuerpo poco a poco. Todo se debe a la peligrosa combinación interna del tequila y bueno, ya sabéis… Cada vez que mezclamos algo con el amor, la combinación puede ser extremadamente peligrosa. Todo el mundo la teme, mas todo el mundo se atreve a desafiar la regla. ¡Pobres ilusos! Quizás debemos contentarnos con un poco de sexo, con algo sin compromiso, sin desafiar al corazón, como si no importara el amor, o mejor, como si no existiera. Tal vez sería mejor si todos los hombres de la tierra se dignaran a disfrutar sin frenos de placer que podemos disfrutar los seres humanos. Está en nuestras manos decidir con qué parte de las relaciones nos quedamos, con la que nos hace sufrir o con la que solo nos permite disfrutar. Supongo que ya sabré cuál de las dos elegir, ahora mismo, pesco.